jueves, 22 de abril de 2010

Con la ofrenda floral comienzan los actos centrales de la Romería

Hoy arranca de lleno la Romería de 2010. Atrás han quedado los actos del pórtico y el sinfín de actividades que se han organizado desde varias peñas y centros educativos que han contribuido como todos los años a dotarle de un mayor realce cultural y que preconizan la garantía del relevo generacional de una devoción mariana transida de historia y de emociones.
A partir de las seis y media de la tarde, se procederá al traslado de la imagen de la Virgen de la Cabeza, desde su ermita de la calle Ollerías hasta la Plaza de España para proceder a la ofrenda de flores.
Miles y miles de vecinos, peñas romeras, colectivos sociales y culturales le van a mostrar su hondo fervor a la Virgen de la Cabeza con la entrega de los ramos de flores que simbolizan el hondo amor que le profesan a ' suVirgen del alma'. Por tanto, la devoción se reviste de aromas y fragancias que le proporcionan las rosas y flores, que con tanto cariño e ilusión ha adquirido la ciudadanía.
La ofrenda de flores se inició en la Romería, a principios de la década de 1970 y empezó en la Plaza de España, hasta que en 1982 se trasladó a la puerta de la ermita de la calle Ollerías, año en el que fue hermano mayor Abelardo Cañones. En el año 2008 volvió a su escenario primigenio, la Plaza de España, para darle más grandeza. La Real Cofradía Matriz eligió este escenario para preparar los actos del Año Jubilar que finalizan este domingo día 25 de abril.
El Jueves de Romería está caracterizado por un hecho ya clásico, la tercera jornada de banderas de la Real Cofradía Matriz que llegan hasta el mercado de abastos, el centro de Día para las personas mayores, la residencia de Cáritas, el colegio San Rafael y el convento de las Madres Trinitarias.
Las banderas de la cofradía quieren tener un gesto muy entrañable con las personas que ya han alcanzado su senectud y con un halo de añoranza rememoran sus vivencias y se muestran satisfecha de haber extendido la devoción a sus progenitores. Esta jornada deja una estampa ya clásica, porque el hermano mayor cede el cetro, para que la ciudadanía bese a la Virgen, por lo que es una manera más de acercarla al pueblo.

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