jueves, 30 de abril de 2009

Unísonos pálpitos con la Morenita


Alfredo Ybarra


Hoy es el día grande de esta peculiar Romería, en este Año de Gracia, en este Año Jubilar. La imagen de la Morenita casi sin descansar de su apoteoésico traslado de ayer sábado a través de la sierra, llevada con mimo y celo, en clamor de emociones indescriptibles, por cientos y cientos de corazones que se sucedieron en el esfuerzo para cumplir horarios, vuelve a cumplir el rito anual que confirma el gozo de la plenitud. Sí, volverá a salir de su templo serreño del Cabezo, para ser icono que renueva la creación entera en su vientre, lo que supera y va más a allá de los límites religiosos que entendemos como los dogmas doctrinales, los asume de lleno, ero también los desborda, de ahí su universalidad. Este año tan atípico donde la imagen de la Patrona de Andújar ha estado casi dos semanas por la ciudad iliturgitana en olor de multitudes, con miles de personas llegadas de diversas partes para encontrarse en Andújar con la Reina de Sierra Morena, la romería se ha tenido que apartar de su modelo y desarrollo tradicional en el día del sábado tanto en Andújar, como en el transcurrir de carretas , caballos y peregrinos a través del parque natural Sierra de Andújar, que también está de cumpleaños, en su veinte aniversario. El día de ayer nos deja, al igual que los anterioeres, pero ya con más intensidad , estampas maravillosas e irrepetibles de una multitud que quiso acompañar a su paradigma de la Gracia a través de una sierra que estaba esplendorosa, a la que le cabían miles de adjetivos encomiables. Lágrimas y emociones por doquier, momentos personales, íntimos que desbordan toda crónica y todo intento de este aprendiz de escritor por colocarle palabras bellas; la armonía, la belleza que se trastocaba, los quereres más intensos por su llena desnudez estaban en esos momentos en tal o cual sitio, en la puerta del Cementerio, en ese contraluz del Reventón, en la bajada del Madroño, en ese sol y luna que se encontraban , cada uno para cumplir con su menester, pero que no quisieron, ya con el peñasco cervantino en toda su magnitud palpitando como un faro candeal, desaprovechar la ocasión para cantarle a la Madre de la Sierra unos requiebros de ensueño. Las gentes que estando ya en el Cabezo bajaban al encuentro, los que subían por los Caracolillos, con la imagen sagrada en volandas, un encuentro, otro más, para salirse el corazón de su caja, como cuando la Morenita atravesó el dintel de su templo, ¡qué estampido de pálpitos quebrando el cielo! Hoy es el día, el último Domingo de abril, como manda la tradición, y la Romería de la Virgen de la Cabeza en un caudal donde cabe la fe y la alegría, la devoción recogida y la religiosidad entusiasta, el brindis y el cante, las mil formas de entender la trascendencia, la fiesta, el gozo y la catarsis, esa purificación y transformación liberadora que hay que hacer de vez en cuando para aferrarse a la vida, vuelve a ser un manantial de gozos.


La Morenita volvió a ser un manantial de gracia que desbordó el universo romero
Alfredo Ybarra
27-4-09
El Cabezo volvió a ser faro y altar, sagrario y púlpito, brújula e hipocentro, batuta y pauta, manantial de rumbos y de sueños, que todos, todas las gentes, sin distinción de bandas o cetros , clases o castas, quisieron partir de nuevo, vivificadas, regeneradas, purificadas, llenas de una gracia que cada cual sitúa en el estamento trascendente que prefiere o tiene inculcado en la genética del alma; como desde el siglo XIII viene ocurriendo, frente a vientos y mareas, modas o caprichos, reglas o exigencias. Ese es el milagro de la Virgen de la Cabeza. El último domingo de abril, en el corazón mismo del parque natural de la Sierra de Andújar vino ayer a ser una gigantesca ola de sentimientos cumplidos, una fuerza sobrenatural desbordada que vino a llenar tantos y tantos quereres, tantas identidades fraguadas de generación en generación.. Y todo eso vino a suceder cuando la imagen pequeña y morena de la Virgen de la Cabeza salía de su templo en fervor de entusiasmos llevada con pasión, y un especial mimo abigarrado por sus anderos que además no son sólo los que son, sino que dejan un trocillo de varal para cualquiera que lo pide para cumplir tal o cual promesa. Ejercicio sublime y místico el de los anderos. Antes en la tarde noche del sábado la imagen de la patrona de Andújar regresaba en olor de multitud por el viejo sendero serrano de su viaje “jubilar” a la ciudad iliturgitana. Instantes que quedarán en la retina siempre, sublimes momentos para los adentros de cada cual. La llegada al santuario fue un delirio. Mientras la Virgen era cambiada de manto, volviéndose a poner el estrenado en la pontifical, que junto a las coronas (recuerdo de las de 1909) son obra de Pedro Palenciano Olivares, que ha dejado en esta ocasión unos hitos de elegante y enjundiosa brillantez, hubo instantes muy bellos, mientras ees coro de la Cofardía Matriz entonaba canciones que sangraban flores de jara y romero y muchas lágrimas inundaban el templo serrano.
La noche, como siempre ha sido, con muchas romerías, muchas, hermosas. Estaba la del que cree que ir de carnaval es lo más; la del “bacalao” en la plaza que no es precisamente el sitio para esto, para esto y en ella se puede dar un contenido más acorde a la celebración y claro, que haya bacalao, si se quiere, pero por otra parte. Pero estaba la del que se divierte sanamente con su grupo, la de las caretas, la de las gentes sencillas de tantas y tantas cofradías que sostienen uno de los pilares más hermosos de esta romería, y que son cada vez más y ahí estaba Almería, que ya tiene ubicación para su casa, o Torredelcampo , animoso en corporación para pronto ser cofradía. Está la romería de quienes acogen a cualquier peregrino necesitado de un servicio, de una orientación, de un plato de sopa. Están las cofradías como Torredonjimeno, o el Carpio, Granada o Sevilla, y muchas otras con actos muy emotivos internos en la noche del sábado que hacen desbordar las lágrimas. Hay también quienes creen que esto es su cortijo privado. Gentes con ofrendas den velas con encargo de parientes o amigos que o podían venir, gentes que entienden que es dejando la piel y la sangre de las rodillas como mejor escucha la Madre; gentes que querian tener tras horas en la cola, un instante callado con la Morenita en el camarín. Como dijo Matias Prats Cañete, “la procesión va por dentro, por fuera, la romería”.
Pero es esa secular grandeza que se genera en este lugar, enclave impar este Cabezo - la tradición, la denominación geográfica, la opinión de expertos, autoriza que así llamemos a este cerro, que podría denominarse también, cabeza o muela, pero que el pueblo sabio sigue llamando Cabezo - en estos momentos del último fin de semana de abril, y la presencia grandiosa de la Morenita, lo que todo lo envuelve y llena de armonias todos los resquicios que pueda haber, aquí el mundo es solo uno , y se abraza. Y presidiendo los tiempos, tan alta y tan cercana, la Morenita salió de su templo haciendo del gentío una fragua de sentimientos , hermosos, armónicos, al rojo vivo, que hieren el alma con el más supremo gozo.
Alguien viendo pasar a la Reina de Sierra Morena se acordaba del pregón del padre Domingo: “Te pedimos gran Señora/ te pedimos noche y día,/ que por muchos contratiempos/ que tengamos en la vida,/ llevemos el gran consuelo/ de tenerte como madre/ en esta sierra bendita” y océano se hacían sus ojos. José María González el presiente de la Cofardía matriz es un mar de entusiasmos, la visita a Andújar, el camino, la misa pontifical,la misa principal de Romería y la procesión por el cerro y su entorno, todo está saliendo a pedir de boca. El tiempo que estuvo anunciado como revuelto dejó que todo fuera en pos de la más grande de las excelencias. Hasta el milagro se cumplió, y fue entrar la sagrada imagen y comenzar a caer una insistente lluvia.
Sobre las andas, los trinitarios Sergio García de la comunidad de Sevilla y el padre superior de la comunidad trinitaria de Andújar, en un rito secular acercaban prendas y niños que los romeros alzaban con fe. Los dos trinitarios hicieron una hermosa y ardua labor, que después se paga en los días siguientes pero que les compensa al tener tan cerca las miradas de los peregrinos que al tener a su altura la imagen de sus fervores, se abren de par en par en un sueño de ilusiones. La lluvia de pétalos desde el balcón del santuario o dese algunas casas de cofradía, el paso por las calles de las carretas, fueron momentos muy vibrantes. Toda la espera de un año se cumplía en los devotos llegados de todas partes. Este año, han acudido menos romeros que en otras ocasiones, consecuencia de los muchos días en la ciudad de Andújar de la imagen donde muchos visitantes han podido encontrarse con la Morenita. Este año por el Cabezo se han visto muchos pañuelos al cuello, que es el pañuelo oficial del Año Jubilar, diseño, como el del logotipo de este acontecimiento de Juan Alonso Montoro.
Subliime la tarea de las fuerzas de seguridad, de protección civil de agentes de medio ambiente, de voluntarios del programa Santuario Natural,, trabajadores municipales, Infoca, camareros, etc, etc;i hay que quitarse el sombrero ante ellos, porque a su trabajo hay que añadirle un plus de algo más, de fe, de ganas de colaborar con el sueño de tantos romeros; sin ese plus , las cosas no saldrían tan perfectamente como salen, a ellos, a esas personas que han estado redoblando su esfuerzo para que otros disfrutan de una romería redonda , gracias.. Igual que a esos casi doscientos trinitarios que atendiendo muchas tareas han acompañado la efusión fervorosa de los romeros.. Un año más todo vino a cumplirse y un sueño legendario comenzado en 1227 sacralizó la sierra y puso en los hondones de miles y miles de romeros un surtidor de esencias, que como siempre en fenómenos como los de esta universal romería, tienen muchas lecturas, pero todas hermosas, largas y hondas.

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