lunes, 10 de mayo de 2010

LA RÉPLICA


Hemos podido saber por nuestros hermanos romeros que administran el blog oficial de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Madrid, la réplica que finalmente ha publicado el diario El Mundo - Edición Andalucía -, el pasado 6 de mayo, a la columna que tantas ampollas ha levantado entre la comunidad romera, también disponible en el blog de su autor, como posteriormente hemos podido comprobar. Felicitamos sinceramente al sacerdote don Juan Rubio por el contenido de su artículo, que seguidamente transcribimos:

"¿La Virgen de la Cabeza, un fenómeno mediático?"

JUAN RUBIO FERNÁNDEZ

Director del Semanario Religioso Vida Nueva.

Nadie pidió a Cervantes que, después de visitar Andújar en su oficio de recaudador de grano para la Corona, describiera tan bellamente en Los Trabajos de Persiles y Segismunda la Romería de la Virgen de la Cabeza. Nadie pidió a Lope de Vega que en su Tragedia del Rey D. Sebastián, con emocionantes tintes de sebastianismo puro, gritara versos a la imagen que se veneraba en el Cerro del Cabezo, en Sierra Morena. Nadie pidió a los cronistas de “Blanco y Negro” que exaltaran la romería con tintes tan politizados uniendo gesta bélica a devoción, Nadie pidió a Canal Sur que emitiera hace unos años un programa en el que, con psicofonías absurdas, mostró un macabro escenario en los aledaños del santuario mariano, ofendiendo la dignidad de sus vecinos. Nadie pidió a diarios nacionales como El País, Abc o El Mundo, ni a cadenas televisivas, emisoras de radios o periódicos provinciales que se asomaran con sus departamentos de marketing durante los dorados años ochenta y noventa en busca de espacios publicitarios. Nadie pidió a los políticos que se fotografiaran con la imagen dándose golpes de pecho con una mano, mientras que con otra vapuleaban a la Iglesia, ni pidió a los otros que entraran bajo palio en el recinto sagrado. Nadie pidió a nadie nada. Todos fueron con fino olfato. La romería es vieja, lleva siglos sin el concurso periodístico y sin él puede seguir porque es en el alma del pueblo en donde anida y es en ella en donde toma asiento real, más que asiento mediático. Nadie los llamó. Acudieron por deber profesional. Y fueron bien recibidos.

Cada uno es libre de ver la romería a su antojo e interpretarla desde sus claves informativas. Cada uno es libre acercarse a su carácter poliédrico, que tiene lo religioso en su base y otros lados artísticos, literarios, culturales, costumbristas, arquitectónicos y escultóricos. Configura la historia entera de una ciudad tan veterana como Andujar que nació con ella en los albores del siglo XIII y ha constituido su más genuino devenir. No se puede con una simple toma de cámara o una columna periodística cargarse toda esta corriente interna para dar palos a un medio de comunicación adverso. No todo vale en la guerra. También en la guerra hay reglas, aunque estas desaparecen en la guerra mediática. Queriendo opinar sobre una retransmisión televisiva o sobre las declaraciones de algún personaje político concreto no se puede impunemente dar mandobles a gentes que tienen esa manera de vivir su fe, su cultura, su mundo. Ellos sonriendo dirán lo del alcalde de sainete: “Ahí me las den todas”. Sé que es complicado el columnismo periodístico. Quienes lo ejercemos habitualmente sabemos de sus luces y de sus sombras pero siempre buscamos hacerlo con honestidad.

Ha acabado la romería un año más en Andújar. La “infinita gente” de la que hablaba Cervantes ha vuelto a encontrase en su ciclo primaveral, con sus raíces y con su fe ¿Por qué mezclar churras con merinas ¿ ¿ Por qué dar bofetones en cara ajena ¿ ¿ A qué viene tanta artillería mediática en frente ajeno? No es eso. En un mundo globalizado, también la Romería a la Virgen de la Cabeza y otras muchas romerías, está expuesta a críticas, como la amplia programación de la Semana Santa de Sevilla que todos los andaluces han de visionar. Nadie puede hacer oídos sordos a las críticas. Pero no se puede usarla como arma de esta guerra mediática. Sólo pierde una gente sencilla que seguirá asistiendo a su. Romería, incluso el día en que no aparezca cámara alguna por la sierra y los medios de comunicación, columnistas incluidos, dejen de considerarla interesante y se hayan olvidado de ella. La Romería sigue. No sabemos si ellos seguirán.

Fuentes:




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