viernes, 6 de mayo de 2011

Presentación de Málaga por Inmaculada Guerrero Cabezas

Virgen de la Cabeza, aquí se presenta este pueblo malagueño creyente, que encuentra diferentes expresiones para manifestar su fe. Es la devoción mariana la que nos ha dirigido a esta Basílica Santuario. Y en una religiosidad popular de hondísimos fundamentos, de pilares de nuestras familias, de nuestra cultura y razón de ser. Hoy te acompañamos y siempre te veneramos.
Con el fervor que sigue arrastrando a esa Málaga, ilustre, leal y hospitalaria, como dice nuestro escudo. De corazón sencillo y vocación universal. Como pueblo peregrino que acude a María y pide la intersección ante su Hijo, durante tantos siglos procesionado.

Hace pocas fechas, por las calles de mi Málaga, entre golpes de campana, saetas y crujir de varales, tu amor y llanto de Madre Dolorosa nos arrebataba el corazón. Hoy, tras la Resurrección de tu hijo, nos aguardas triunfal en tu Camarín de Sierra Morena, como dice la canción “en el joyer que la encierra”. Aquellas lágrimas desconsoladas se tornaron en sonrisa maternal, aquellos dedos crispados en manos amantísimas que un año más quiere acoger a este puñado de romeros, a la par litorales y a la par serranos que, con la alegría de sus verdiales y malagueñas, al son de panderos, platillos y violines; a la llamada de caracolas, venimos a enaltecerte.
Aquí nos recibes con la sierra florecida, mientras el cerro se perfuma de jara y romero, mientras tu calzada se llena de colores y de cánticos alegres. Carretas, jinetes y caballos enjaezados, coros peregrinos; todo rebosa júbilo porque el domingo te sacamos en procesión. Niños junto a tu Rostro, brazos enlazados y esperas impacientes, sudor honrado de tus anderos, ¡ Repártenos tu Perdón !.

Nosotros te acompañamos. A ti, nuestra Madre chiquitita, joya diminuta, chocolatín del Cielo que tan grande es tu poder, y aunque estemos lejos y hasta que nos falte el ser, todos los años te vendremos a ver.
Se siente, Ya llega el gran día, sales a tus calles, replican las campanas, te redoblan los tambores, te agitan banderas, te lucen estandartes; gritan nuestros corazones. Se escuchan llantos desconsolados, vivas y cantes y hasta promesas silenciosas; y te pedimos con fervor que en esta Málaga nuestra siempre tengamos tu Amor.


Mi biznaga en el pelo.
Al cuello, mi medalla malagueña,
y un estadal de mi Virgen Morenita rozando mi pecho,
que voy a ver a lo más grande,
a la Reina del Cielo.


Madre, que no llegue la hora de encerrarte en tu Templo, que se hace muy lento, que no se si podré aguardar que pase un año entero. Quiero tenerte cerquita todos los días del año y todas las horas del día y que me aprietes la mano mientras esté caminando. Solo me queda el consuelo de que en tu camarín siempre me recibirás, para arrodillarme, para rezarte a tu vera. A ti Madre mía, a pedirte por Ellos que desde el cielo me cuidan.

Pero sé, que desde las playas del Palo y de la Malagueta, desde la atalaya de Gibralfaro, desde los barrios del Perchel, de Huelin y de La Palma; desde todos nuestros rincones malagueños, tu escuchas nuestras plegarias, nuestro rezos, todo lo que tus hijos te pedimos con cariño y con amor, a Ti Madre, “la Pequeñita”, la Virgen de la Cabeza, la más Divina y Bonita.

Padres Reverendos, Hermanos Mayores, acompañamientos, representantes cofrades, decenas de hermandades aguardan para presentarte sus honores. Miles de romeros esperan para clavar su mirada, enjugar sus lágrimas, tocar tu manto e implorar tus dones. Si bien precisaría horas, el tiempo es breve. He de despedirme, no puedo prolongarme mas en expresar la devoción y amor de tus hijos malagueños, pero permíteme Virgen estos torpes versos:


Cuantas veces siendo niña te recé
Cuantas veces a tus pies me postré
Con mis besos te decía que te amaba
Solo con tu mirada, mis lágrimas brotaban.

Hoy he vuelto, Madre a recordar
Cuantas cosas dije ante tu altar,
Y al rezarte puedo comprender
Que una Madre no se cansa de esperar

Al llegar me acogías con amor
Sonriendo desde lejos me esperabas
El candil de tu mirada iluminaba
Y ya soñaba oír tu voz

Aunque el hijo se alejara del hogar
Una madre siempre espera su regreso
Se da por pagada con un beso
Gozosa de volverte a mirar

Que el regalo más hermoso
Que a los hijos da el Señor
Es su madre y el milagro
De su amor…

¡¡ Viva la Virgen de la Cabeza, Viva Nuestra Madre, Viva su Divino Hijo, Viva su Hermandad Malagueña!!

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