sábado, 12 de enero de 2013

Multitudinaria y solemne despedida a José María González.


Multitudinaria y solemne despedida a José María González

entierro pte cofradia matriz 5 640x427Al mediodía de la fría mañana del viernes José Mª González, presidente de la Real cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza, fue inhumado en el Cementerio Municipal de Andujar acompañado de una multitud de cofrades y devotos de la Patrona de Andújar y de la Diócesis de Jaén, la Virgen de la Cabeza. La ciudad y el estamento romero le dieron su adiós, en medio de escenas de dolor y con la solemnidad y el boato que merecía, a una persona que se entregó en vida por divulgar la secular devoción de la Virgen de la Cabeza.
Muy numerosos fueron también los mensajes de pésame enviados tanto a la hermandad como a su familia. Desde el subdelegado el gobierno, Juan Lillo, al más de medio centenar de cofradías filiales y peñas romeras. Fueron numerosas las coronas y ramos de flores, estos últimos depositados en la ermita de la calle Ollerías, donde el féretro se detuvo para proceder al rezo de una salve. Al igual que frente al Cuadro de la Virgen, donde fue portado a hombros de miembros de su cofradía como muestra del último adiós a un insigne peregrino en el lugar clave desde donde se comienza el camino hacia el Santuario y que José María González era experto y profundo promotor.
A media mañana, la comitiva partía desde el tanatorio, presidida por su esposa, hijos y familiares, junto a los tres cetros de la Matriz y la junta directiva de la cofradía, así como el alcalde de la ciudad, miembros de la Corporación Municipal y Cuerpos de Seguridad. El féretro, escoltado por las banderas de la cofradía, fue recibido a las puertas de la iglesia parroquial de Santa María la Mayor, por el vicario general de la diócesis, Juan A.Maroto, quien presidió las exequias, junto a los miembros del clero local y de la Orden Trinitaria.
Al inicio de la homilía, Juan. A. Maroto dio lectura al mensaje del obispo D. Ramón del Hoyo, destacando que fue un luchador nato, un hombre de fe y de ideas claras. Fue su hijo, quien en la Acción de Gracias, tras la Comunión leyó las últimas palabras de su padre, como él tantas veces hiciera en las ceremonias religiosas de la hermandad. Al finalizar la Eucaristía de corpore in sepulto, se entonó la Salve y el coro de la Cofradía le despidió con una sevillana de la Morenita. El P. Domingo Conesa, Rector del Santuario y consiliario de la cofradía, acompañó hasta su última morada, al que había sido el presidente de la Matriz.

Multitudinaria y emotiva despedida al presidente de la Cofradía Matriz

La iglesia de Santa María la Mayor se quedó pequeña para albergar a las cientos de personas que quisieron rendir homenaje a José María González, presidente de la Real e Ilustre Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza, que falleció, en la madrugada del pasado jueves, víctima de una larga enfermedad. Los asistentes llenaron el templo mientras que los que no pudieron entrar se quedaron aguardando en la entrada e, incluso, hubo quienes se agolparon en varios lugares del recorrido por donde pasó el féretro, —que estuvo escoltado por ocho banderas de la cofradía que lucían un crespón— para poder acompañar a la familia. Al sepelio asistieron todos los estamentos de la sociedad iliturgitana. Entre ellos, autoridades civiles y eclesiásticas, empresarios, vecinos, devotos y cofrades llegados de diferentes rincones del país.
La misa córpore insepulto fue presidida por el vicario general de la Diócesis, José Antonio Maroto,  que estuvo acompañado por un buen número de sacerdotes,  que dedicó unas palabras de reconocimiento y dio lectura a una carta escrita por el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, en la que ensalzaba la figura humana y cristiana de José María González.“Éramos muy amigos. Siempre su profunda devoción a la Virgen de la Cabeza estaba por encima de todo lo demás. Soy de los que han sufrido durante su enfermedad. Sé que ni va a dejar solos a los suyos ni a la Cofradía y ni a sus amigos”, apuntaba Del Hoyo.  
Por su parte, el vicario general, en su homilía dijo: “José María era un luchador nato, un hombre de constancia y con las ideas claras de lo que era la devoción a la Virgen”. Al finalizar el oficio religioso, José María González Díaz, hijo del fallecido, protagonizó uno de los momentos más emotivos, al pronunciar unas palabras escritas por su padre. Después, la Cofradía rindió un homenaje al que fuera su presidente. Un grupo de cofrades trasladó el féretro a hombros hasta el cementerio municipal. La comitiva se dirigió a la ermita de la calle Ollerías. Desde allí partió, como manda la tradición, por el cuadro de la Virgen situado en la Pontanilla hasta llegar al camposanto para el entierro.
Asimismo, la Cofradía Matriz  anunció que el día 18, se celebrará, en Santa María, una eucaristía por el eterno descanso de José María González. Por último, la Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Ciudad de Jaén trasladó, mediante un escrito, su más sentido pésame a la familia. José Expósito/Andújar

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