lunes, 2 de julio de 2012

El trinitario Domingo Conesa toma posesión como párroco del Santuario

padre domingo toma posesion 640x427Todo un acto entrañable constituyó el regreso del P. Domingo Conesa, de la Orden Trinitaria, como párroco de la Basílica y Real Santuario de la Virgen de la Cabeza, ayer domingo, día 1 de julio. Ante el altar, a los pies de la Morenita, el arcipreste de la ciudad, Pedro Montesinos, concelebró la Eucaristía, junto al nuevo párroco, el P. Rafael Márquez que había desempeñado anteriormente este cargo y el P. Juan Cruz, quien con el P. Gregorio Castaño, como vicario parroquial, formarán la nueva Comunidad en la Basílica.
Fue el P. Rafael Márquez el encargado de dar lectura al nombramiento procediendo, a continuación, a su aceptación por parte del P. Domingo, con la promesa de su cumplimiento. Tras dar lectura al Evangelio el arcipreste, en su homilía, tuvo palabras de agradecimiento, por la labor realizada, por los cargos anteriores, P. Isidoro Murciego y Rafael Márquez, rector y párroco, respectivamente.
Al nuevo párroco, evocando la figura del Buen Pastor, deseo lo mejor y más fructífero en su nueva tarea evangelizadora en la Basílica. Después de la Comunión, le entregó las llaves del Sagrario, símbolo de la parroquia, que a partir de ahora dirigirá. Finalizada la Eucaristía, el P. Domingo se dirigió a todos los asistentes entre los que se encontraba el alcalde de la ciudad, Jesús Estrella, miembros de la junta de gobierno de la Cofradía Matriz, con sus Hermanos Mayores José Carlos Millán y Manuela Collado, miembros de la diputación de la Cofradía, peñas, cofradías filiales y consejo parroquial. Domingo Conesa declaró que "estoy aquí para serviros lo que mis fuerzas me permitan y la virgen me otorgue". Con los cánticos de la "Salve" y "Morenita y Pequeñita" concluyó el acto religioso.
A continuación, en la Hospedería anexa a la Básílica tuvo lugar un almuerzo, en el que a los postres, las intervenciones desde el nuevo párroco, ahora también consiliario de la Matriz, hasta el alcalde, pasando por cofradías y peñas, tuvieron una palabra común: unidad.

No hay comentarios: